DATOS PERSONALES: ¿QUÉ SABE INTERNET DE TI?

En la era digital, la recopilación y el análisis de datos de los consumidores se han convertido en un recurso extremadamente valioso. Cada vez que interactuamos en línea, dejamos un rastro de información; Cada clic, compra y búsqueda online genera una enorme cantidad de datos que pueden ser recolectados, analizados y utilizados por diversas entidades para mejorar los productos y servicios. No obstante ¿Deberían las páginas web tener acceso a nuestros datos personales? Consideramos que es importante que los sitios web tengan acceso a los datos de los consumidores ya que este acceso les permite personalizar experiencias, mejorar productos y servicios, y optimizar sus estrategias de negocio, lo cual, en última instancia, beneficia tanto a las empresas como A los consumidores.  A continuación, se presentan los argumentos que sustentan la tesis: 

Internet ha revolucionado considerablemente la sociedad digital, permitiéndonos acceder a sitios web  que nos brindan servicios y aprendizajes a través de sus diversas herramientas. Según Santos (2020), los conocimientos de búsqueda en la era digital están involucrados de manera directa en nuestro estilo de vida. Además, al facilitar nuestros datos en los diversos sitios web, compartimos nuestras preferencias, lo que resalta el interés de las empresas al examinar y ordenar esta información con el fin de comprender mejores las conductas del consumidor (pp. 630-631). Por ello, podemos afirmar que, al utilizar la inteligencia de datos intensiva, obtendremos beneficios que se alinean con nuestras Necesidades, logrando así destacar la relación entre el usuario y la entidad. 

Desde la perspectiva empresarial, esta información permite personalizar y optimizar servicios, como hacen Amazon y Netflix al utilizar datos de navegación para recomendar productos y mejorar la experiencia del usuario. Además, Cristancho (2023), afirma que los datos son fundamentales para el avance tecnológico, como en el caso de la inteligencia artificial, que depende de grandes volúmenes de datos para ofrecer soluciones precisas en áreas como la salud y la educación (párrs. 2 -8). Por lo tanto, el acceso a la privacidad de los datos del consumidor se convierte en un argumento a favor, ya que no solo resguarda la información personal de los usuarios, sino que también fomenta la confianza en las empresas y en el ecosistema digital en general . Esto puede traducirse en una mayor participación y uso de servicios en línea por parte de los consumidores, lo que a su vez impulsa la innovación y el crecimiento económico en la era digital. 

Los defensores de la privacidad aseguran que las compañías tendrán más información de la que deben al obtener datos privados de sus usuarios. Sin embargo, también hay quienes argumentan que perder la privacidad puede tener beneficios. Uno de ellos es el economista Rubin (2012), profesor de la Universidad Emory (en Atlanta, Estados Unidos), quien advierte que las preocupaciones sobre la privacidad son equívocas y que tener más información en línea es mejor que tener menos. Según el análisis realizado por la empresa de seguridad cibernética Clario Tech (2021), Facebook e Instagram encabezan la lista, almacenando aproximadamente el 79,5% y el 69,2% de los datos, respectivamente, para mejorar la experiencia de sus usuarios. párrafos 1-4). En definitiva, la recopilación de datos por parte de las empresas tecnológicas puede ofrecer ventajas significativas. Por ejemplo, permite la personalización de servicios y productos, mejorando la experiencia del usuario. También facilita el desarrollo de tecnologías innovadoras y la creación de nuevas oportunidades de negocio, impulsando la economía digital. Además, un mejor acceso a los datos puede conducir a soluciones más eficientes en sectores como la salud, la educación y la seguridad pública, donde la información precisa y actualizada es crucial. 

No obstante, el acceso de los sitios web a los datos privados del consumidor plantea serios problemas relacionados con la privacidad, la seguridad, la transparencia y la desigualdad de poder, lo que respalda firmemente la necesidad de proteger la privacidad de los usuarios en línea. Según Gómez (2016), la creciente interacción a través de medios electrónicos en nuestras relaciones sociales y actividades económicas ha aumentado notablemente la exposición de nuestra información personal. Esta información no solo está disponible para las personas con las que tenemos algún tipo de relación, sino también para completos desconocidos y, en especial, para las empresas. Estas entidades pueden llegar a conocer quiénes somos, qué hacemos, dónde nos encontramos y cuáles son nuestros intereses o preocupaciones. A menudo, esta información se extrae de las huellas que dejamos durante nuestra actividad en la red. (pág. 01). Todo lo expuesto confirma que el acceso a datos privados genera varios problemas como: la venta de datos a terceros sin el consentimiento explícito de los usuarios, la creación de perfiles detallados para fines de publicidad dirigida o la manipulación de la información para influir en el comportamiento de los consumidores. 


De hecho, las páginas web que recopilan datos personales pueden ser vulnerables a brechas de seguridad cibernética, lo que podría resultar en la exposición de información sensible como nombres, direcciones, números de teléfono o datos financieros. Esto no sólo compromete la 4.ª privacidad del individuo, sino que también puede llevar a situaciones de robo de identidad o fraude. Según datos de Eurostat (2019), aproximadamente uno de cada cuatro ciudadanos de la Unión Europea, entre las edades de 16 y 74 años, afirmó haber evitado proporcionar información personal en redes sociales o profesionales por motivos de seguridad. Esto demuestra que la preocupación por la seguridad de los datos personales en Internet está en aumento. Además, algunas páginas web utilizan los datos personales con fines comerciales para crear perfiles de usuario sin su conocimiento. Esto socava la autonomía y el control del individuo sobre su propia información (párr. 02). En esta línea, podemos decir que la recopilación de datos privados presenta serios riesgos para la seguridad de los individuos dado que en algunas ocasiones no se usan de manera adecuada y violan la privacidad del consumidor obteniendo acceso a su historial en línea. Esto puede resultar en spam, llamadas no deseadas y publicidad dirigida que invade la privacidad del usuario o incluso en fraude de identidad. 

Cabe resaltar que la violación de los datos del consumidor hoy en día son una problemática muy grave, ya que las consecuencias pueden ser fatales para quienes solo hicieron clic en una página web y aceptaron las conocidas “cookies” o para quienes proporcionaron sus datos bancarios con la intención de hacer una compra en línea, entre otras víctimas. Tal es el caso de Cambridge Analytica, una empresa de análisis de datos que accedió ilegalmente a millones de cuentas de Facebook para obtener información de los usuarios e influir en la campaña presidencial de Estados Unidos en 2016 (párrs. 8-10). Como podemos apreciar, la recolección y el mal uso de datos personales no solo ponen a las personas en peligro de sufrir robo de identidad y fraudes, sino que también pueden resultar en discriminación y abuso de poder por parte de organizaciones públicas y privadas. Asimismo, el acceso no autorizado a información sensible puede dañar de forma irreparable la confianza entre los ciudadanos y las instituciones, creando un ambiente de desconfianza y vulnerabilidad. 


En resumen, la privacidad de los datos del consumidor es fundamental para proteger los derechos individuales y evitar abusos por parte de entidades que recopilan y utilizan la información personal. El hecho de que las páginas web tengan acceso a estos datos permite personalizar experiencias, mejorar productos o servicios, y fomentar la innovación, beneficiando tanto a las empresas como a los consumidores. Sin embargo, con el avance tecnológico, los riesgos para la privacidad aumentan debido a la masiva e impetuosa recopilación de datos, el análisis de big data y el uso de algoritmos de aprendizaje automático que pueden perfilarnos de manera detallada, lo que lleva a fraudes y robo o suplantación de identidad, y deteriorar la confianza en las instituciones. Es por esto que es esencial encontrar un equilibrio que proteja la privacidad y seguridad de los consumidores, fomentando al mismo tiempo la confianza en el ecosistema digital. 

Y como dijo Tim Cook, CEO de Apple: “No vamos a pedir a nuestros clientes que hagan un equilibrio entre privacidad y seguridad. Tenemos que ofrecerles lo mejor de ambos. En última instancia, proteger los datos de la otra persona es protegernos a todos”.

REFERENCIAS BIBLIOFRAFICAS

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